lunes, 8 de agosto de 2011

Maria Sklodowska-Curie


La potencia de la pasión

15 de noviembre de 1906. Una mujer de ropas sencillas y paso silencioso será protagonista de un hecho histórico: la primera clase dictada por una científica en La Sorbona. El público, compuesto por muchos curiosos que no estudiaban allí, estaba expectante frente a ella, participante en el descubrimiento de la radioactividad y que ya ostentaba un Premio Nobel de Física(1903).

Era Maria Sklodowska-Curie, nacida en Polonia en 1867, en una época en que las mujeres no accedían a la Universidad, ya que los espacios del conocimiento eran puramente masculinos. Sus tempranas lecturas sobre historia natural y física la llevaron por un arduo camino que se coronó con el descubrimiento del polonio, elemento químico que significó su primer Nobel.

Su talento y capacidad de trabajo, además, convivían con un genuino interés social: dejó sin patentar sus descubrimientos para que otros investigadores los perfeccionaran y aplicaran en favor de las personas, sin sacar provecho económico.

Una científica extraordinaria que llegó primera a varias metas: la primera dando clases en La Sorbona, la primera mujer en ganar un Nobel y la primera persona en recibir dos de estos galardones en diferentes disciplinas: Física y Química.

Su porte de investigadora y los cien años que se cumplen de su segundo premio, motivaron a designar este 2011, además de Año Internacional de la Química, como Año de la Mujer Científica, para recordar a todas aquellas que han enfrentado el mundo con curiosidad y trabajo y abriendo espacios para las que vienen.

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