miércoles, 10 de agosto de 2011

2011, Año de la Mujer Científica

Las universidades forman miles de futuras científicas, pero a la hora de ocupar primeras planas lo cierto es que nuestra sociedad las relega. Por ello, L'Orealy New Scientist han realizado una meritoria encuesta para reivindicar el papel de las mujeres en la ciencia listando las diez científicas más importantes de la historia.

La célebre química, Marie Curie, cabeza principal de nuestros conocimientos químicos de la radiación, ocupa el primer lugar. Los restantes nueve los compartimos a continuación.

1. Marie Curie. Investigadora de la radiactividad.
2. Rosalind Franklin. Biofísica crucial para el conocimiento del ADN.
3. Hipatia. Fiolósofa neoplatónica destacada en matemáticas y astronomía.
4. Jocelyn Bell Burnell. Astrofísica descubridora de la primera radioseñal de pulsar.
5. Ada Lovelace. Pionera en programación informatica.
6. Lise Meitner. Física descubridora del protactinio.
7. Dorothy Crowfoot Hodgkin. Química pionera en la aplicación de rayos X a la bioquímica.
8. Sophie Germain. Matemática francesa destacada en su aporte a la teoría de números.
9. Rachel Carson. Figura clave en ecología y la generación de conciencia ambiental.
10. Jane Goodall. Primatóloga que estudió el uso de herramientas en chimpancés.

lunes, 8 de agosto de 2011

AIQ. Año Internacional de la Química


Química, nuestra vida, nuestro futuro

La Asamblea General de la ONU proclamó al 2011 como el Año Internacional de la Química para concienciar al público sobre las contribuciones de esa ciencia al bienestar de la humanidad.

2011 coincide con el centenario del Premio Nobel otorgado a Marie Curie por sus aportes a la química y de la fundación de la Asociación Internacional de Sociedades Químicas. La conmemoración enfatiza la contribución de la química como ciencia creativa esencial para mejorar la sostenibilidad de nuestros modos de vida y para resolver los problemas globales y esenciales de la humanidad, como la alimentación, el agua, la salud, la energía o el transporte.

El director general de la UNESCO, Koïchiro Matsuura, encomió la decisión de la Asamblea General y acotó que “es indudable que la química desempeñará un papel muy importante en el desarrollo de fuentes alternativas de energía y la alimentación de la creciente población mundial”. Por este motivo se celebrarán actividades en todo el mundo durante 2011 para resaltar la importancia de la química en el sostenimiento de los recursos naturales.

La UNESCO y la IUPAC (International Union of Pure and Applied Chemistry) han sido las instituciones designadas para llevar a cabo esta promoción.

Bajo el Lema “Chemistry: our life, our future” (“Química: nuestra vida, nuestro futuro”), los objetivos de esta conmemoración son: incrementar la apreciación pública de la Química como herramienta fundamental para satisfacer las necesidad de la sociedad, promover el interés por la química entre los jóvenes, y generar entusiasmo por el futuro creativo de la química.

El Foro QUÍMICA y SOCIEDAD, entidad que lidera en España esta conmemoración, ha organizado un conjunto de actividades e iniciativas para hacer visible las numerosas aplicaciones de la química que han mejorado nuestra vida en todo sus aspectos y también señalar algunas de las innovaciones y desarrollos que pronto nos ayudaran a vivir una vida mejor y a crear un mundo más sostenible.

Maria Sklodowska-Curie


La potencia de la pasión

15 de noviembre de 1906. Una mujer de ropas sencillas y paso silencioso será protagonista de un hecho histórico: la primera clase dictada por una científica en La Sorbona. El público, compuesto por muchos curiosos que no estudiaban allí, estaba expectante frente a ella, participante en el descubrimiento de la radioactividad y que ya ostentaba un Premio Nobel de Física(1903).

Era Maria Sklodowska-Curie, nacida en Polonia en 1867, en una época en que las mujeres no accedían a la Universidad, ya que los espacios del conocimiento eran puramente masculinos. Sus tempranas lecturas sobre historia natural y física la llevaron por un arduo camino que se coronó con el descubrimiento del polonio, elemento químico que significó su primer Nobel.

Su talento y capacidad de trabajo, además, convivían con un genuino interés social: dejó sin patentar sus descubrimientos para que otros investigadores los perfeccionaran y aplicaran en favor de las personas, sin sacar provecho económico.

Una científica extraordinaria que llegó primera a varias metas: la primera dando clases en La Sorbona, la primera mujer en ganar un Nobel y la primera persona en recibir dos de estos galardones en diferentes disciplinas: Física y Química.

Su porte de investigadora y los cien años que se cumplen de su segundo premio, motivaron a designar este 2011, además de Año Internacional de la Química, como Año de la Mujer Científica, para recordar a todas aquellas que han enfrentado el mundo con curiosidad y trabajo y abriendo espacios para las que vienen.